El proyecto ha llegado a su fin con resultados significativos que apuntan a la conservación de la biodiversidad genética del olivo, lo que se traduce en una mejora de la competitividad y sostenibilidad del sector. Durante la jornada final del Grupo Operativo Biolivo, se presentaron hallazgos que refuerzan el valor del olivar tradicional en Cádiz. Se identificaron cinco nuevas variedades de olivo no catalogadas, lo que marca un hito en la investigación.
Este consorcio ha contado con la participación del Instituto de Investigación Vitivinícola y Agroalimentaria de la Universidad de Cádiz y diversas cooperativas, que han trabajado en conjunto para la conservación del patrimonio agrícola. La alcaldesa de Olvera, Remedios Palma, celebró las colaboraciones y su impacto en este cultivo de montaña, que representa un desafío debido a su geografía.
Ana Jiménez de la UCA fue la encargada de presentar los resultados del estudio, que incluyó la prospección de olivos antiguos y la caracterización de variedades. Francisco Macho, técnico de la cooperativa, y Lola Ortega, de la D.O. Aceites Sierra de Cádiz, también compartieron su experiencia sobre la multiplicación vegetal y las catas de aceite.
La exposición sobre la transferencia de resultados fue realizada por Valme J. Caballero, quien subrayó la importancia de la comunicación en estos proyectos. Un aspecto clave fue el análisis físico-químico de los aceites, que mostraron excelentes propiedades, destacando la alta variabilidad entre los genotipos. Esta diversidad se convierte en un recurso estratégico frente a desafíos como el cambio climático.
Con ello, se abre la puerta hacia un modelo de olivicultura más resiliente, arraigado en el territorio y que fomente la conservación del patrimonio agrícola. La jornada cerró con un mensaje contundente sobre la necesidad de proteger la biodiversidad del olivo, esencial para el futuro del sector en Cádiz.
El olivar es un cultivo emblemático en la Sierra de Cádiz, caracterizado por su biodiversidad y aceites únicos que reflejan la identidad local. Sin embargo, enfrenta amenazas como la falta de relevo generacional y el cambio climático. El proyecto Biolivo ha demostrado que la conservación del patrimonio varietal es crucial no solo para la sostenibilidad del sector, sino también para la diferenciación en el mercado. Se reafirma así la importancia de un enfoque integral que atienda los desafíos actuales, promoviendo un desarrollo rural sostenible y respetuoso con la tradición agrícola.
Fuente: Cooperativas agro-alimentarias Andalucía.