La Junta de Andalucía ha iniciado por primera vez una innovadora campaña de tratamientos aéreos mediante drones contra la procesionaria del pino, abarcando una superficie de 450 hectáreas distribuidas en las provincias de Cádiz, Huelva, Sevilla y Málaga. Este esfuerzo forma parte del Plan de Aplicación Aérea, aprobado en julio, para combatir no solo la procesionaria (‘Thaumetopoea pityocampa Schiff.’) sino también la lagarta peluda (‘Lymantria dispar L.’) en la región.
El cambio climático y los cambios globales han generado un desequilibrio en los ecosistemas forestales, promoviendo la propagación de especies que pueden desencadenar plagas. Conscientes de esta realidad, las autoridades andaluzas están implementando el Plan Forestal Andaluz 2030, que contempla programas específicos para la preservación sanitaria de la vegetación. Esta estrategia será respaldada por la futura Ley de Montes de Andalucía para garantizar la protección ecológica y la seguridad pública.
La procesionaria del pino es particularmente preocupante debido a su capacidad defoliadora y los efectos urticantes de sus orugas, lo que representa un riesgo para personas y animales en áreas públicas. Aunque por sí sola no suele ser letal para los pinares, su presencia reduce la resistencia de estos, haciéndolos vulnerables a otros factores, especialmente bajo estrés climático. La actuación se centra en áreas de alta actividad humana, como zonas recreativas y senderos, para proteger la salud pública y el paisaje.
Las operaciones están respaldadas por herramientas especializadas como la Red Andaluza de Seguimiento de Daños, la Red de Alerta Fitosanitaria Forestal y la Red de Vigilancia de Agentes Nocivos, que permiten una atención focalizada y efectiva. Estas herramientas también guían la selección de áreas específicas para tratamiento con alta precisión temporal en el ciclo de vida de la plaga.
El uso de drones representa una evolución hacia métodos más precisos y eficientes. La técnica, que utiliza la pulverización de Ultra Bajo Volumen a base de cipermetrina, reduce la cantidad de producto necesario, lo que optimiza la eficacia y minimiza el impacto ambiental. Las actividades, iniciadas el 6 de noviembre en Huelva, se han extendido por todas las provincias hasta finalizar a tiempo.
Las intervenciones se distribuyen en zonas como Huerta Grande en Algeciras y el pinar de La Algaida en Sanlúcar de Barrameda, mientras que Huelva destaca por la mayor cantidad de zonas tratadas. En Sevilla, se han realizado tratamientos en el pinar de Doña en Utrera, y en Málaga, áreas como la Dehesa del Mercadillo en Ronda han sido objeto de atención.
Este programa no solo fortalece la salud de los bosques andaluces sino que también se alinea con el enfoque ‘One Health’, que integra la salud de los humanos, la fauna y los ecosistemas. Así, Andalucía se compromete a adaptar la gestión de sus montes al cambio climático, asegurando su conservación y uso sostenible.
Fuente: Junta de Andalucía.







