La Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente, a través de la Agencia de Medio Ambiente y Agua (AMAYA), ha iniciado la sexta edición de la Escuela de Corcheros en la provincia de Córdoba. Esta iniciativa comenzó el 7 de julio y se lleva a cabo en los montes públicos de Huerta del Rey y Fuente del Valle, dentro del Parque Natural Sierra de Hornachuelos.
Un grupo de siete alumnos de los municipios de Hornachuelos y Villaviciosa de Córdoba participa en esta formación intensiva de dos semanas, que cuenta con un presupuesto de 14.755 euros adjudicado a la empresa Agrofosur S.L. Rafael Martínez, delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente en Córdoba, destacó que esta es una apuesta firme por la capacitación en un oficio tradicional que necesita relevo generacional y representa una oportunidad de empleo sostenible en el medio rural.
Durante el curso, los participantes aprenden sobre todas las fases del proceso corchero: manejo de herramientas, saca, acarreo, clasificación y prevención de riesgos laborales. Martínez subrayó que ya son 37 los corcheros formados en la provincia, muchos de los cuales han encontrado empleo en campañas posteriores, lo cual demuestra la eficacia de este modelo formativo.
Este año, debido a la bajada de precios y al aumento de costes de descorche por falta de mano de obra especializada, no se ha realizado saca en los montes públicos de Córdoba. Sin embargo, el Gobierno andaluz sigue comprometido con el sector, que en la última década ha producido un promedio anual de 2.392 toneladas de corcho de reproducción y 85,73 toneladas de bornizo en la provincia.
El corcho de la Sierra Morena cordobesa es de calidad excepcional, y es crucial seguir apostando por su aprovechamiento sostenible para garantizar la conservación de los montes y el desarrollo económico de los pueblos.
Tras el descorche, el corcho se apila y clasifica en tres grupos según su calidad: corcho para tapón, refugo y bornizo. Se vende mediante subasta pública, siguiendo la normativa sectorial, y la gestión forestal está certificada como sostenible por la FSC.
El corcho, con sus características únicas, es una fuente de renta significativa para muchos municipios de la provincia. Los alcornocales, como ecosistema forestal, proporcionan bienes y servicios ambientales, destacando en la mitigación del cambio climático, conservación de biodiversidad y prevención de erosión, además de su alto valor paisajístico.
Fuente: Junta de Andalucía.