El Gobierno de Pedro Sánchez enfrenta un momento crítico en la legislatura, buscando maximizar su viabilidad a través de tres ejes estratégicos. En un intento de reconstruir apoyos, Sánchez tiende la mano a Junts para reconsiderar su posición en el bloque de investidura, mientras el PSOE y Sumar llenan el último pleno del periodo de sesiones con leyes sociales difíciles de oponerse, como la reforma de la ley de dependencia. A pesar de las maniobras del Ejecutivo, la oposición del PP y Vox mantiene su postura de que el Gobierno está en parálisis. El Congreso se prepara para un pleno cargado con leyes de gran relevancia social, con expectativas de que Junts podría respaldar algunas medidas clave. El Ejecutivo también presentará reales decretos sobre incrementos salariales y apoyo financiero a los ayuntamientos, con escaso margen de oposición por parte de Junts y PP. Sin embargo, el futuro de la senda de estabilidad sigue incierto tras ser rechazada anteriormente en el Congreso. En medio de estos desafíos, el Gobierno prioriza la agenda social, incluyendo medidas para abordar la crisis de vivienda, aunque enfrenta críticas internas por concesiones potencialmente problemáticas a Junts.
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