La Audiencia Provincial de A Coruña ha avalado la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 10, que asigna la custodia del hijo de una expareja al padre en Galicia y la del perro a la madre, ahora residente en Valencia. La decisión sigue a un complejo proceso de divorcio que ha dejado a los padres viviendo a 1,000 kilómetros de distancia. El juez desestimó el traslado del menor a Valencia, pero estableció que el perro pasará las vacaciones de verano con el padre. Los gastos esenciales del perro correrán a cargo de cada padre cuando esté con ellos, y los extraordinarios serán compartidos equitativamente. Se fijó un régimen de visitas para el hijo de 40 días al año, con un máximo de 15 consecutivos por mes, y una contribución mensual de 25 euros por parte del padre para la manutención del animal, ajustada al IPC.
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