Un nuevo informe de la consultora IDC ha puesto de manifiesto que el consumo de electricidad se ha posicionado como el principal gasto en los centros de datos empresariales, abarcando el 46% de los costos operativos totales y alcanzando hasta el 60% en los centros de datos de proveedores de servicios. Este aumento está estrechamente vinculado a la creciente adopción de tecnologías con alta demanda energética, como la inteligencia artificial (IA), que ha incrementado significativamente las exigencias en la capacidad operativa de estas instalaciones.
La inteligencia artificial, según el informe, influye de manera notable en el incremento del consumo eléctrico. Con la expansión de las tareas basadas en IA dentro de los centros de datos, no solo aumenta la necesidad de capacidad de procesamiento, sino que también se eleva el uso de energía y se multiplican las emisiones de carbono. IDC prevé que para 2027, la capacidad de los centros dedicados a la IA se expandirá a una tasa compuesta anual del 40,5%, mientras que el consumo energético aumentará en un 44,7%, llegando a los 146,2 Teravatios hora (TWh). Esto sugiere que las cargas de trabajo de IA representarán una porción creciente del consumo total de electricidad en los centros de datos.
Además, IDC anticipa que el consumo global de electricidad en estos centros se duplicará entre 2023 y 2028, presentando un alza anual promedio del 19,5% y alcanzando los 857 TWh en 2028. Este crecimiento plantea desafíos significativos tanto para la sostenibilidad ambiental como para los costos operativos empresariales.
La subida continua en los precios de la energía, impulsados por factores como las normativas ambientales, las tensiones geopolíticas y el cambio climático, está complicando aún más la situación. IDC señala que esta tendencia podría persistir en el futuro cercano, aumentando considerablemente los costos de operación de los centros de datos.
Para ilustrar este impacto, IDC realizó un estudio en un centro de datos con 1 MW de carga de TI operando al 50% de su capacidad en 2023, mostrando que el gasto en electricidad crece a una tasa anual superior al 15%, superando el 20% en algunos escenarios.
Sean Graham, de IDC, sugiere que hay diversas opciones para mejorar la eficiencia energética de los centros de datos, como la optimización de los chips, la refrigeración líquida y el rediseño de la infraestructura energética. Asimismo, Graham enfatiza la crucial inversión en energías renovables por parte de los proveedores de centros de datos. La energía solar y eólica son presentadas como alternativas viables, ofreciendo el menor coste nivelado de la electricidad (LCOE), un indicador clave para la generación eléctrica económica y ambientalmente sostenible.
En conclusión, el acelerado crecimiento del consumo energético en los centros de datos, impulsado por la inteligencia artificial, no solo aumenta los costos operativos, sino también las emisiones de carbono. Esto refuerza la urgencia de adoptar soluciones energéticas sostenibles y eficientes. La apuesta por fuentes renovables, como la solar y eólica, se perfila como una estrategia central para mitigar costos e impacto ambiental, garantizando la viabilidad operativa futura de los centros de datos en un entorno cada vez más desafiante.