El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), liderado por Alice Weidel, podría desempeñar un papel crucial en las próximas elecciones alemanas. Weidel, una economista de 45 años, vive abiertamente su lesbianismo junto a su pareja multirracial, lo que utiliza en sus discursos para señalar el «peligro» de la inmigración descontrolada. A pesar de estar bajo críticas por sus propuestas antiinmigración y acusaciones de no pagar impuestos en Alemania, afirman que no tienen vínculos con el neonazismo. AfD ha ganado tracción en el este de Alemania con un mensaje firme contra la inmigración y exigiendo un bloqueo total de entrada durante cinco años. Además, el partido ha sido señalado por recibir donaciones a través de Suiza desde Rusia y por la complicada historia económica y social de la antigua RDA, importante en el aumento de su popularidad en estas regiones.
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