La reciente controversia protagonizada por el PNV tras la ausencia de una disculpa pública de Felipe VI en los actos de conmemoración del bombardeo de Gernika pone de manifiesto una vez más la estrategia del nacionalismo de buscar agravios históricos para reforzar su identidad frente al Estado. A diferencia del presidente alemán, quien pidió perdón por el pasado nazi de su país, se argumenta que no corresponde al monarca español disculparse por un ataque ejecutado durante una guerra civil por una facción que no representa a la actual España democrática. Felipe VI, en su papel de monarca parlamentario, optó por honrar a las víctimas y promover la convivencia democrática sin reinterpretar el pasado desde una perspectiva nacionalista que victimiza unilateralmente al País Vasco. El PNV, al centrar su queja en este episodio histórico, evoca su falta de autocrítica sobre hechos como las raíces ideológicas del nacionalismo vasco y su fundador o la condena inequívoca del terrorismo de ETA, evidenciando una utilización política de la memoria histórica.
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El Impasse del PNV: Un Análisis del Desacuerdo en la Política Vasca
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