El incendio en Jarilla, Cáceres, avanza sin control tras cinco días y ya ha devastado 11,000 hectáreas. La principal preocupación es el flanco norte, que sigue incontrolable, llevando a nuevas evacuaciones y confinamientos, especialmente en Gargantilla y Hervás. A los esfuerzos locales se han sumado medios internacionales, pero las tensiones políticas aumentan entre la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el Gobierno central, debido a lo que se considera un apoyo insuficiente. Mientras tanto, las llamas amenazan con cruzar a Castilla y León, poniendo en peligro áreas naturales y comunidades cercanas. La situación es agravada por condiciones climáticas adversas y múltiples focos activos en la región.
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