A pesar de la devastación en la Franja de Gaza tras 22 meses de conflicto, Hamás ha mantenido un sistema secreto para pagar parcialmente los salarios de 30,000 de sus funcionarios civiles. Este mecanismo, detallado por una investigación de la BBC, se basa en entregas discretas de efectivo, organizadas mediante mensajes cifrados. En mayo, se distribuyeron alrededor de 7 millones de dólares, provinentes de una reserva subterránea de unos 700 millones de dólares. Los pagos, aunque insuficientes y peligrosos de recibir debido a las condiciones bélicas, son percibidos como un intento del grupo por mantener su control y estructura. Además, Hamás gestiona la distribución de ayuda alimentaria, generando tensiones entre la población civil sin afiliaciones al grupo.
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