El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha implementado nuevos aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio sin excepciones para países aliados como Canadá y México. Esta medida, que entrará en vigor el 4 de marzo, busca revitalizar la industria nacional y se enmarca dentro de una estrategia para enfrentar los déficits comerciales, utilizando el comercio internacional como fuente de ingresos. Además, Trump ha impuesto un arancel del 10% a productos chinos y ha empleado gravámenes como herramienta de negociación en temas de inmigración y narcotráfico, específicamente con Canadá, México y Colombia, aunque posteriormente suspendió algunos tras pactos con estos gobiernos. A pesar de ello, las acciones de los principales productores estadounidenses de estos metales apenas sufrieron variaciones. Los aranceles representan la acción más significativa de Trump para abordar la balanza comercial y fortalecer la economía interna.
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