La reforma judicial impulsada por Andrés Manuel López Obrador fue aprobada en el Senado gracias a una intensa operación política liderada por Adán Augusto López, exsecretario de Gobernación y actual jefe de la bancada de Morena. Las negociaciones incluyeron acuerdos y presiones a legisladores de oposición y alianzas estratégicas, como la ausencia del emecista Daniel Barreda y el apoyo del clan Yunes. A pesar de la oposición interna y externa, el oficialismo alcanzó los 86 votos necesarios para la mayoría calificada, evidenciando prácticas políticas reminiscentes al viejo régimen. El resultado representa una victoria crucial para López Obrador, quien no quiere dejar el cargo sin promulgar la enmienda antes de su salida de la Presidencia.
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