El presidente electo de Estados Unidos fue declarado culpable en mayo pasado, generando un intenso debate sobre las implicaciones legales y políticas de este veredicto en su inminente toma de posesión. Este fallo, cuya naturaleza exacta no ha sido revelada en su totalidad, podría tener consecuencias significativas en su capacidad para cumplir con las responsabilidades presidenciales. La situación ha polarizado aún más la opinión pública y plantea interrogantes sobre la estabilidad y el futuro del liderazgo en el país. A medida que se acerca la fecha de asunción, se espera un escrutinio aún mayor tanto a nivel nacional como internacional.
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