Alemania enfrenta un periodo de incertidumbre política tras el fracaso de Friedrich Merz en asegurar la Cancillería en la primera votación. Merz, candidato de la Unión (CDU y CSU), obtuvo 310 de los 316 votos necesarios del Bundestag, lo que expone fisuras en la coalición con los socialdemócratas del SPD. La votación secreta deja en el aire la identidad de los disidentes. Alternativa para Alemania, principal grupo opositor, celebra la derrota como muestra de debilidad de la coalición. Se planea repetir la votación, y la presión crece debido a la importancia de estabilizar el gobierno en un contexto europeo dinámico.
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