Un reciente estudio realizado por Shrinkthatfootprint.com ha puesto de manifiesto las notables diferencias en el tamaño de las viviendas entre Estados Unidos y Europa. La investigación destaca que, mientras en Estados Unidos el tamaño medio de las casas supera los 130 metros cuadrados, en Europa son raros los países que se acercan a estas dimensiones. En España, por ejemplo, la mayoría de las viviendas se ubican por debajo de los 100 metros cuadrados.
El análisis identifica a Utah como el estado con las casas más grandes del mundo, alcanzando promedios superiores a los 260 metros cuadrados. Este tamaño es aproximadamente tres veces mayor que el de las viviendas en Reino Unido y seis veces más grande que las de la India. Otros estados estadounidenses como Washington, Dakota del Norte, Montana, Maryland, Georgia, Delaware, Idaho y Colorado también muestran promedios que superan los 200 metros cuadrados.
En contraste, países como Hong Kong, India, Rusia y China muestran tamaños de vivienda significativamente menores, debido a factores como la limitada disponibilidad de terrenos y densidades de población elevadas. En Hong Kong, por ejemplo, el promedio es de solo 45 metros cuadrados, mientras que en India es de 47 metros cuadrados.
En España, las normas de habitabilidad varían significativamente. La cédula de habitabilidad, el documento que acredita que una vivienda cumple con los requisitos mínimos para su uso residencial, es obligatoria en ciertas comunidades autónomas y no en otras. Las exigencias de superficie mínima oscilan, con la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia requiriendo 38 y 40 metros cuadrados útiles respectivamente, mientras que en Ceuta la exigencia es de sólo 20 metros cuadrados útiles.
El estudio indica un cambio de paradigma en el mercado inmobiliario global, donde factores como el precio del metro cuadrado y la densidad poblacional influyen en el tamaño de las casas. En Estados Unidos, la cultura de espacios amplios y la disponibilidad de terrenos permiten viviendas de mayor tamaño. Sin embargo, en el mercado español, se anticipa que la demanda de viviendas más pequeñas aumentará, impulsada por los altos precios inmobiliarios y la creciente búsqueda de espacios en áreas urbanas. Se espera que adquirir una vivienda en 2025 continúe siendo un reto, con precios en alza y una oferta que se ajusta a un mercado donde el espacio es cada vez más limitado.