Desde 2022, la Unión Europea ha destinado más de 135.000 millones de euros en asistencia a Ucrania y ha emprendido múltiples esfuerzos diplomáticos para intentar alcanzar un acuerdo de paz, sin que el presidente ruso Vladimir Putin haya mostrado disposición alguna para resolver el conflicto. En un giro inesperado, el expresidente estadounidense Donald Trump ha contactado a Putin y ha asegurado que se alcanzará un acuerdo de paz que otorgaría a Rusia más territorios que al inicio de la guerra, excluyendo al gobierno ucraniano de Zelenski y a la UE del proceso. Este movimiento plantea interrogantes sobre la respuesta europea y su capacidad para desafiar esta decisión sin quedar sometida a posibles represalias comerciales.
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