En Hong Kong, un trágico incendio que causó 159 muertes ha ensombrecido las elecciones al Consejo Legislativo, que se celebran bajo el sistema «solo para patriotas» impuesto por Pekín. La participación ciudadana, un indicador del ánimo público, se mantiene baja, a pesar de los esfuerzos del gobierno por legitimarla. El incendio ha avivado el descontento existente hacia las autoridades, con críticas por la presunta negligencia en la seguridad de edificios públicos. Las detenciones y el ambiente de autocensura reflejan la tensión en un territorio donde la voz prodemocracia ha sido silenciada en gran medida. Según algunos, tras el caos de 2019, el gobierno central busca consolidar el control, impulsando un entorno político favorable solo para los alineados con Pekín. Desde la oposición se lamenta la falta de libertad y la disolución de partidos prodemocráticos, mientras que figuras como Regina Ip defienden las reformas como necesarias para la estabilidad y eficiencia legislativa.
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