Ubicado en el término municipal de Mijas, en la zona de Entrerríos, el Mirador de las Águilas se ha convertido en un destacado punto de observación para ornitólogos y amantes de la naturaleza. Este observatorio fue inicialmente instalado unos cientos de metros más abajo, junto a la carretera que lleva al centro de desintoxicación de Mijas. La elección de este lugar no fue casualidad; fue el naturalista y aficionado a la ornitología, Paco Ríos, quien tras observar el paso de aves migratorias en sus excursiones al campo, propuso este punto por su accesibilidad y la sombra que ofrecía para el montaje de telescopios y otros equipos.
El devastador incendio de 2012 obligó a los observadores a trasladarse a la ubicación actual, ya que el fuego arrasó con la vegetación del entorno. Un par de años más tarde, la Diputación Provincial de Málaga, reconociendo el valor del lugar, propuso una ruta de la Gran Senda de Málaga que pasaba por allí y se encargó de construir el nuevo observatorio. Aunque el equipamiento fue proporcionado por la Diputación, el mantenimiento y la titularidad recaen en el Ayuntamiento de Mijas.
A medida que se realizaban observaciones, surgió la necesidad de registrar y conservar los datos sobre las aves migratorias avistadas. En 2008, se comenzó a contabilizar la cantidad de aves, sus especies y otros datos relevantes. En este proceso, se estableció una colaboración con Gerard Troost, organizador de la base de datos y red internacional de observatorios de migración ‘Trektellen’, lo que permitió dar mayor visibilidad al observatorio a nivel nacional e internacional. Esto atrajo a entusiastas de la ornitología de diversas procedencias, quienes venían atraídos por la riqueza de especies que se pueden observar desde este punto privilegiado.
La migración postnupcial es especialmente significativa en este observatorio, donde se contabilizan no solo rapaces, sino también una amplia variedad de aves migradoras. Entre las más destacadas se encuentran especies como la cigüeña blanca, milanos, águilas, buitre, abejaruco y golondrinas. Desde 2008 se han contabilizado más de 656,000 aves de 115 especies diferentes en más de 5000 horas de observación, consolidando al Mirador de las Águilas como un lugar de referencia para la observación de aves migratorias.
La mejor época para visitar el Mirador de las Águilas y observar el paso migratorio suele ser entre finales de agosto y finales de septiembre. Las condiciones ideales incluyen días con un poco de viento, ya que la calma no favorece el vuelo de las aves. Los fines de semana también son ideales, pues se puede contar con la compañía de otros aficionados que pueden ofrecer asistencia y compartir experiencias.
Para una experiencia óptima, se recomienda llevar prismáticos y, de ser posible, un telescopio terrestre que permitirá observar con mayor claridad. No es necesario madrugar para observar la migración, ya que las aves suelen volar durante las horas centrales del día, aprovechando las térmicas del clima. Un calzado cómodo, una gorra o sombrero y crema de protección solar son elementos esenciales para disfrutar del día.
El acceso al Mirador es relativamente fácil. Desde Málaga, se toma la N-340 en dirección a Marbella, y luego se sigue la señalización hacia Entrerríos. Una vez en la carretera adecuada, se continúa siguiendo las indicaciones hasta llegar a un carril que lleva directamente al lugar de aparcamiento, donde comienza la caminata hacia el observatorio.
El Mirador de las Águilas no solo es un punto de observación clave para la ornitología, sino también un lugar para conectar con la naturaleza y disfrutar de la biodiversidad que ofrece la región. Con su rica historia y la impresionante variedad de aves que se pueden avistar, se convierte en un destino que cautiva a todos aquellos que buscan escapar de la rutina y sumergirse en el fascinante mundo de las aves migratorias.
Fuente: Diputación de Málaga.