Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, ha eludido una vez más su comparecencia en el Congreso gracias al respaldo del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y otros aliados, como Bildu. Su más reciente contradicción sobre la política migratoria, prometiendo 250,000 empleos en Mauritania y luego abogando por la deportación masiva de inmigrantes ilegales, ha sido criticada y atribuida a presiones del canciller alemán Olaf Scholz. Ante una serie de elecciones cruciales en Alemania, Scholz ha dejado claro que no aceptará concesiones migratorias. En Cataluña, Sánchez ha sido acusado de favorecer indebidamente a la región con pactos económicos controvertidos, mientras ignora las críticas de opositores y separatistas catalanes. La situación ha generado descontento tanto dentro como fuera del Gobierno, con acusaciones de corrupción y favoritismo dominando el panorama político español.
Leer noticia completa en OK Diario.