En un evento reciente se recordó públicamente al general Hermenegildo Cuenca Díaz, a pesar de su implicación en el Plan Telaraña de los años 70, una operación destinada a suprimir la oposición política en Guerrero mediante tácticas que incluyeron desapariciones forzadas y los infames «vuelos de la muerte». Aunque la ceremonia, encabezada por el titular de la Defensa Nacional, exaltó su contribución a las Fuerzas Armadas, provocó protestas de organizaciones de derechos humanos que argumentan que el estado aún debe justicia a las víctimas de esa era. Informes recientes señalan que durante la Guerra Sucia hubo serias violaciones de derechos humanos, afectando a miles de personas, y los familiares de las víctimas siguen exigiendo transparencia y justicia.
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