Un grupo de individuos, originarios de Bélgica, ha sido reconocido como víctimas de abusos sufridos durante su infancia. Estos casos han salido a la luz recientemente, intensificando el debate sobre la protección de menores en el país. La situación plantea serias interrogantes sobre las medidas de prevención y respuesta ante estas situaciones, y resalta la necesidad de un enfoque más riguroso por parte de las autoridades competentes.
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