El papa Francisco realizó una visita inesperada a la Basílica de Santa María la Mayor para rezar ante el icono de la Virgen, Salus Populi Romani, como preludio a la Semana Santa, informó la Santa Sede. Esta acción refleja la continua devoción del pontífice hacia este icono mariano, una tradición que sigue desde su elección en 2013. Previamente, al recibir el alta del Hospital Gemelli, Francisco detuvo su regreso a Casa Santa Marta para dejar un ramo de flores amarillas en la basílica, un regalo de Carmela Mancuso, a quien reconoció públicamente. Esta visita continúa una práctica regular del papa de rendir homenaje a la Virgen antes y después de sus viajes apostólicos.
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