La creciente tensión entre el Departamento de Defensa de Estados Unidos (DoD) y la Oficina de Gestión de Personal (OPM) ha dado un nuevo giro con la orden emitida a los empleados del DoD de ignorar correos electrónicos específicos que, se especula, podrían tener conexiones con el empresario Elon Musk. La directiva firmada por Darin S. Selnick enfatiza que cualquier supervisión del personal debe manejarse internamente, lo que ha encendido las alarmas en la capital estadounidense.
El correo, bajo el nombre de «What did you do last week», parece inofensivo a primera vista, pero su relevancia ha sido desestabilizante. Muchos en Washington interpretan esta medida como un intento del DoD de evitar que Musk, conocido por su influencia y participación en el sector de la defensa a través de empresas como SpaceX y Starlink, pueda obtener información o influir en la política militar estadounidense.
Este incidente se suma a una lista de tensiones previas entre Musk y la administración de Joe Biden, que busca limitar cualquier posible presión externa sobre el gobierno. Aunque el comunicado del DoD no menciona a Musk directamente, la presencia del empresario en asuntos de seguridad nacional ha generado desconfianza en el Pentágono debido a su creciente control tecnológico.
Este episodio no solo pone de manifiesto las precauciones del DoD, sino que también plantea preguntas sobre si realmente se trata de una medida preventiva o de un esfuerzo más amplio por parte de la Casa Blanca para contrarrestar la creciente influencia de Musk. En cualquier caso, este enfrentamiento entre las esferas pública y privada resalta una posible guerra de información en curso, donde lo que parece ser una simple directiva podría ser el preludio de una confrontación mucho más profunda y sostenida.