En un clima de tensión política, Feijóo, Ayuso y Sémper han dirigido fuertes críticas hacia el Ejecutivo, quien continúa en la mira por cuestiones de transparencia y gestión. En medio de esta controversia, la Casa Real ha aclarado que el acto en cuestión nunca estuvo contemplado en su agenda oficial, desmarcándose así de la polémica. Mientras tanto, Urtasun ha respondido a las especulaciones sobre su ausencia en el evento, mencionando que declinó asistir debido a compromisos personales y familiares, una decisión que ha sido interpretada en diversos círculos políticos como una señal de disenso interno o, simplemente, de priorización de la vida privada sobre la actividad pública.
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