En pleno desarrollo de la campaña electoral, un candidato ha dirigido una ambiciosa estrategia para captar el voto femenino entre los seguidores del partido socialista, mientras que simultáneamente lanza una efectiva campaña en redes sociales para desafiar y atraer a los simpatizantes de Abascal. Este movimiento estratégico busca ampliar su base electoral mediante un enfoque dual, apelando tanto a las preocupaciones y prioridades del electorado femenino como a los debates más candentes que se libran en el ámbito digital, donde la influencia de las redes sociales es decididamente poderosa.
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