El presidente de Asturias, Adrián Barbón, ha decidido no asistir a la misa oficiada por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, durante la celebración del Día de Asturias el 8 de septiembre, marcando un distanciamiento entre el Ejecutivo regional y la Iglesia. Barbón, quien ha citado las homilías del arzobispo contra los gobiernos socialistas como motivo de su ausencia, reiteró su respeto por Covadonga pero señaló que su decisión es personal y busca evitar la provocación de tensiones. Esta ausencia rompe una tradición instaurada en 1980 y continuará con la previsible no asistencia de la delegada del Gobierno, Adriana Lastra. El Arzobispado, de momento, no ha emitido respuesta. Sanz Montes ha sido criticado por sus sermones, en los que ha atacado el feminismo, cuestionado el cambio climático y las políticas migratorias, y minimizado el caso Rubiales, entre otras polémicas declaraciones.
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