En París, el viento parece haber cambiado a favor del PSG, cuya confianza ha crecido bajo la dirección de Luis Enrique, quien celebró su centésimo partido al mando del equipo. En un ambiente anteriormente desafiante, los parisinos mostraron una notable seguridad que se tradujo en un despliegue ofensivo arrollador. Tras un inicio incierto con un gol de Rogers, el PSG logró remontar y asegurar una victoria crucial, reafirmando así su renovado dominio en el campo.
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