El Gobierno de Cataluña encabezado por Salvador Illa enfrenta desafíos significativos tras el anuncio de ERC, su socio de investidura, de no negociar los presupuestos de 2025 debido a desacuerdos con la financiación singular. Esta decisión complica la implementación de políticas clave en áreas como vivienda, educación y salud. En este contexto, las metas del Govern, como la gratuidad de la educación infantil y la construcción de 50,000 viviendas, podrían verse obstaculizadas, mientras que proyectos de infraestructura y financiación universitaria enfrentan retrasos. La falta de presupuestos también amenaza las inversiones necesarias para combatir la sequía y mantener los niveles de servicios sociales. A pesar de estas tensiones, el Ejecutivo de Illa mantiene su compromiso de cumplir con los pactos de investidura y buscar estabilidad institucional.
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