La dictadura de Nicolás Maduro ha amenazado a España a través de su canciller Yván Gil, tras la llamada a consultas de la embajadora venezolana en Madrid. La reacción se produjo luego que la ministra de Defensa, Margarita Robles, calificara al Gobierno de Venezuela como una dictadura y mencionara a Edmundo González, presidente electo de Venezuela, asilado en España. Venezuela convocó al embajador español Ramón Santos para expresar su postura y anunció la adopción de medidas necesarias. En paralelo, Estados Unidos impuso sanciones a 16 funcionarios venezolanos por su rol en el fraude electoral de las presidenciales del 28 de julio, en las cuales Edmundo González venció a Maduro, aunque el régimen no ha reconocido su victoria y lo ha perseguido, obligándolo a buscar refugio en España.
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