La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, informó en el Pleno del Parlamento andaluz sobre el éxito en la recuperación del quebrantahuesos en la comunidad. Subrayó la importancia de las aves necrófagas en el ecosistema, ya que facilitan el retorno de nutrientes al medio y controlan enfermedades al eliminar cadáveres.
Catalina García destacó que muchas aves necrófagas han sufrido un declive debido a la acción humana, citando factores como cebos envenenados, electrocuciones, deterioro del hábitat y la falta de alimento. Aseguró que el Plan de Recuperación ha sido crucial para revertir esta situación y permitir la presencia de estas aves en Andalucía.
La consejera resaltó el esfuerzo continuo en la recuperación del quebrantahuesos (‘Gypaetus barbatus’), una especie emblemática cuyos últimos ejemplares desaparecieron en 1986 de la Sierra de Cazorla. Desde 2006, se reintrodujeron 96 ejemplares en áreas protegidas como Cazorla, Castril y Sierra Nevada.
Este año comenzó la campaña de reintroducción de 2025, con la liberación de tres quebrantahuesos en el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, donde ya se estima que sobrevuelan quince ejemplares con regularidad. Este logro se suma a la celebración del décimo aniversario del nacimiento del primer pollo en libertad de quebrantahuesos, fruto de una pareja reintroducida, que ha impulsado el crecimiento de la población.
Además, se han iniciado trabajos para reintroducir la especie en el Parque Natural Sierra de Grazalema, lo que representará un hito ecológico al ser el primer punto de suelta fuera de Andalucía Oriental y el más meridional de la Unión Europea, potencialmente conectando con poblaciones del norte de África.
García reconoció que este paso implicará desafíos técnicos, pero expresó optimismo, recordando avances similares con el lince ibérico. Afirmó que se está progresando con decisión, apoyados en la experiencia, el compromiso técnico y la colaboración científica.
Finalmente, señaló que el caso del quebrantahuesos es un ejemplo del éxito de las políticas de conservación a largo plazo, evidenciando el valor de las estrategias de recuperación para asegurar la biodiversidad y la salud de los ecosistemas.
Fuente: Junta de Andalucía.