El canto de la Sibila, una tradición que se mantiene viva en las iglesias de Mallorca desde hace casi 800 años, vuelve a resonar en la isla, marcando el inicio de la misa de Maitines. Reconocido por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, este canto profético, de origen medieval, anuncia el Juicio Final y se interpreta una vez al año en la Misa del Gallo, con una voz preferiblemente infantil. Llegó a Mallorca con la conquista catalana y se ha convertido en una expresión cultural y religiosa única, que sobrevive a pesar de las restricciones surgidas del Concilio de Trento en el siglo XVI. La representación de este año, que tiene lugar en la Catedral de Mallorca, corre a cargo del joven Toni López Dezcallar, de la Escolania dels Vermells, reafirmando la importancia de esta tradición en la identidad cultural y religiosa de la región.
Leer noticia completa en OK Diario.



