En un regreso marcado por el populismo y declaraciones controversiales, Donald Trump ha vuelto a la Casa Blanca tras vencer a Kamala Harris con una ventaja de 2,3 millones de votos. Durante la ceremonia de inauguración, Trump reiteró sus críticas al «establecimiento radical y corrupto» del gobierno anterior y anunció medidas drásticas como declarar una emergencia nacional en la frontera sur para frenar la inmigración ilegal y designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Prometió también una era de prosperidad, centrada en valores nacionalistas y en revitalizar la industria, anunciando el fin del Green New Deal. Trump enfatizó su intención de poner a Estados Unidos en primer lugar, con un enfoque en influyentes líderes tecnológicos presentes y dejando de lado menciones a Europa, la OTAN, y tratados internacionales. A nivel económico, se comprometió a combatir una inflación récord y revitalizar la industria nacional, prometiendo un futuro de audaces avances que incluyen metas ambiciosas como la exploración de Marte. Trump’s ceremonias de posesión, cargadas de tensiones internacionales y una economía internamente compleja, destacan una administración que promete cambios radicales y confrontativos frente a políticas anteriores.
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