Mohamed Hali, abogado saharaui en el Sáhara Occidental ocupado por Marruecos, enfrenta constantes represalias por su activismo en defensa de los derechos humanos. Pese a haber aprobado los requisitos para ejercer su profesión, las autoridades marroquíes le impiden trabajar, utilizando un informe de los servicios secretos que lo acusa de actividades contra el Estado. Esta táctica busca forzar a Hali y a otros activistas a emigrar, al cerrarles oportunidades laborales. No obstante, Hali, galardonado con el Premio Front Line Defenders 2025, persiste en su lucha desde su rol en la Asociación para la Protección de los Presos Saharauis, pese a las amenazas y el castigo económico al que es sometido. Crítico con la postura del gobierno español, señala la falta de apoyo a los saharauis en contraste con su posicionamiento sobre Palestina. Además, denuncia la represión y las violaciones de derechos humanos en Marruecos, advertidas por organismos internacionales. A pesar de los desafíos, Hali se mantiene firme, defendiendo el derecho a la autodeterminación de su pueblo.
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El respaldo de España fortalece a Rabat a expensas de los saharauis
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