El Gobierno mexicano ha decidido no invitar al Rey de España, Felipe VI, a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta, lo que ha generado tensiones diplomáticas entre ambos países. Aunque el Ejecutivo español ha sido convocado, ha declinado participar por considerar la ausencia del monarca «inaceptable». La Constitución española establece al rey como la principal figura de representación internacional. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha reiterado que el jefe de Estado debe estar presente en todas las tomas de posesión. Sheinbaum justificó la decisión recordando la carta enviada en 2019 por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pidiendo disculpas por la colonización, a la que España nunca respondió. Esta exclusión contrasta con la asistencia habitual de Felipe VI a ceremonias similares en América Latina.
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