A pocas semanas de la inauguración del evento Computex 2025, Nvidia ha sorprendido al mundo tecnológico con la aparición en Geekbench de su nuevo superchip, el GB10 Grace Blackwell. Los resultados, filtrados el 6 de mayo, han generado gran expectativa en el mercado al mostrar un rendimiento impresionante que rivaliza con los principales procesadores actuales.
En las pruebas de un solo núcleo, el GB10 logra entre 1.909 y 3.000 puntos, mientras que en tareas multinúcleo alcanza hasta 10.682 puntos. Este rendimiento coloca al chip en una posición destacada frente a otros modelos ARM y x86 de última generación. Equipado con 20 núcleos ARMv8, organizados en dos clústeres de 10 núcleos cada uno, el chip opera a una frecuencia base de 3,90 GHz. Las pruebas se realizaron en un sistema con 128 GB de memoria LPDDR5X ejecutando Windows 11 Enterprise Insider Preview.
Este lanzamiento sigue al anuncio de Nvidia en CES 2025 de su proyecto Project DIGITS, un miniordenador diseñado para investigadores en inteligencia artificial que incorpora el mismo chip y que estará disponible este mes con un precio inicial de 2.999 dólares. El GB10 no solo se distingue por su potencia, sino también por ser una CPU ARM pensada para estaciones de trabajo, lo que marca una evolución respecto a su uso tradicionalmente asociado a dispositivos móviles y servidores.
Nvidia, en colaboración con MediaTek, planea presentar variantes del chip, como los modelos N1 y N1X, durante Computex, dirigidos a equipos de escritorio y portátiles de alto rendimiento. A diferencia de competidores como Apple y Qualcomm, Nvidia se centra en un ecosistema que potencia cargas de trabajo de IA generativa, computación científica y modelado de grandes datos, destacándose además por su conectividad NVLink entre CPU y GPU.
El GB10 es parte de un sistema más amplio, soportando SSD NVMe en formato M.2 y software basado en DGX OS, lo que permite ejecutar modelos de IA con hasta 200.000 millones de parámetros.
La incursión de Nvidia en el mercado de las CPUs para PCs y estaciones de trabajo representa un desafío para jugadores tradicionales como Intel y AMD, mientras podría romper el dominio de Apple y Qualcomm en el ecosistema ARM. A pesar de que aún se esperan pruebas independientes y más detalles sobre la GPU Blackwell que complementará al chip, el GB10 se perfila como uno de los lanzamientos más emocionantes del año.