El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha desestimado la demanda del Gobierno de México contra varios fabricantes de armas, a quienes responsabilizaba de facilitar el tráfico ilegal de armamento hacia el país y de contribuir a la violencia de los cárteles. La corte, con un fallo unánime, argumentó que la demanda no demostró que los fabricantes incitaran de manera plausible a la venta ilegal de armas. La Ley de Protección del Comercio Legal de Armas (PLCAA) fue clave en la decisión, al proteger a las empresas de responsabilidades por el uso indebido de sus productos por terceros. México acusaba a compañías como Smith & Wesson y Glock de prácticas que habrían incrementado la disponibilidad de armas en manos de delincuentes, esperando obtener miles de millones en daños. Aunque un tribunal de apelaciones había permitido que el caso avanzara, esta decisión del Supremo frena las aspiraciones mexicanas y podría afectar una demanda similar en Arizona.
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