En un contexto de incertidumbre económica y avances tecnológicos, la economía digital y las crecientes tensiones globales se entrelazan con la vida cotidiana, provocando reflexiones sobre identidad y memoria. El legado poético de Antonio Machado resurge en obras como «La vida imaginada» de Jesús Marchamalo, destacando la persistencia de la experiencia humana frente al paso del tiempo. Enfrentamos un mundo donde la aceleración de la historia desafía nuestra percepción del tiempo, y donde la memoria se fragmenta entre lo tangible y lo digital. Mientras tanto, las experiencias individuales son moldeadas por fuerzas más grandes, como economías fluctuantes y conflictos políticos, manteniendo el hilo invisible de la existencia en un estado constante de adaptación y resistencia.
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