El Tribunal Constitucional de Rumania ha invalidado la primera vuelta de las elecciones presidenciales, en la que había resultado ganador el ultranacionalista prorruso Calin Georgescu, debido a un informe que revela interferencias rusas en la campaña. La decisión, que obliga a reiniciar el proceso electoral, ha generado duras críticas de la candidata centroderechista Elena Lasconi y manifestaciones en defensa de la democracia. Estados Unidos ha señalado a Rusia como responsable de los intentos de influencia. En respuesta, los principales partidos rumanos, incluido el gobernante Partido Social Demócrata, han acordado formar un gobierno proeuropeo para contrarrestar las fuerzas extremistas. Mientras tanto, el partido ultraderechista Alianza Para la Unión de los Rumanos ha calificado la situación como un “golpe de Estado” y ha instado a sus seguidores a actuar pacíficamente.
Leer noticia completa en El Pais.