En una jornada intensa, el equipo español de tenis exhibió su dedicación en el Martín Carpena, donde las esperanzas de una remontada en la Copa Davis estaban puestas en los talentosos Alcaraz y Granollers. A pesar del apoyo recibido desde las gradas y del entusiasmo inquebrantable mostrado por el equipo, la remontada deseada no se materializó. Antes de enfrentarse a Van de Zandschulp, los jugadores se prepararon con disciplina, reflejando el espíritu combativo del conjunto español, que luchó hasta el último punto a la espera de revertir la situación adversa.
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