A solo días de iniciar su segundo mandato, Trump sorprendió con despidos masivos de empleados públicos y modificaciones en la administración. Seis meses después, el impacto sigue siendo el tema central en Washington, donde gran parte de la población depende del gobierno o de organismos financiados por este. La incertidumbre se expande mientras afectados organizan colectas para cubrir necesidades médicas, y muchos se ven obligados a dejar la ciudad debido a los altos costos de vida y la carencia de seguros médicos y prestaciones de desempleo. El Tribunal Supremo ratificó los despidos, avivando el temor entre quienes aún conservan su empleo, mientras la recesión y el cierre de negocios comienzan a evidenciarse en la región.
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