Los últimos datos del Centro de Estudios de Opinión de Cataluña revelan un desplazamiento hacia posiciones más conservadoras entre los ciudadanos en comparación con el año 2012. Este cambio en el espectro ideológico de los catalanes podría influir en el paisaje político y social de la región, sugiriendo una transformación en las prioridades y preocupaciones de la población. Estos resultados podrían impactar en futuros procesos electorales y debates políticos, siendo reflejo de una sociedad que reevalúa sus valores en un contexto de cambio social y económico.
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