Elon Musk, quien fue un aliado clave de Donald Trump mediante generosas contribuciones durante la campaña electoral y más tarde se unió como asesor jefe, enfrenta ahora crecientes críticas que lo distancian del expresidente. Designado para supervisar la agencia gubernamental DOGE, Musk ha acumulado tensiones debido a sus políticas laborales y explosivas publicaciones en su plataforma X. Las derrotas electorales en Wisconsin, su presencia en reuniones del Pentágono y desacuerdos sobre políticas arancelarias han generado roces significativos con Trump, quien ha anunciado que Musk abandonará su cargo en las próximas semanas. A pesar de esto, es probable que el magnate continúe cercano al expresidente, con frecuentes visitas y cenas en Mar-a-Lago, mientras la controversia podría ser utilizada por demócratas en futuras elecciones. Una encuesta reciente muestra que la percepción pública de Musk se inclina mayormente hacia lo negativo, con solo el 39% de los votantes viéndolo favorablemente.
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