El magnate sudafricano ha abandonado su cargo en el Gobierno apenas cuatro meses después de asumirlo, dejando atrás una gestión marcada por el incumplimiento de sus metas de recortes presupuestarios y una imagen deteriorada. Además, se ha mostrado crítico con la política fiscal implementada por el presidente, lo que ha generado tensiones políticas y expectativas incumplidas sobre su capacidad para impulsar cambios significativos en la administración pública.
Leer noticia completa en El Mundo.