La jefa del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley, ha expresado su preocupación ante la decisión municipal de recortar 17 millones de dólares de su presupuesto, señalando que esto ha comprometido seriamente las operaciones de emergencia. Según Crowley, la falta de financiación ha dejado más de 100 equipos fuera de servicio y ha afectado la capacidad del departamento para repararlos debido a la eliminación de puestos civiles clave como mecánicos. A pesar del aumento del 55% en el volumen de llamadas desde 2010, el cuerpo de bomberos ha visto reducida su plantilla. Crowley destaca la necesidad urgente de recursos adicionales para enfrentar eficazmente las emergencias en toda la ciudad, advirtiendo que la falta de apoyo podría tener consecuencias potencialmente devastadoras.
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