Nuevas investigaciones destacan la importancia de aumentar la intensidad del ejercicio físico para mejorar la longevidad, dejando en segundo plano la frecuencia y duración de las sesiones de entrenamiento. El estudio sugiere que un mayor esfuerzo durante el tiempo dedicado al ejercicio puede ser más beneficioso para la salud y podría contribuir a retrasar el envejecimiento y a prolongar la vida, al contrario de enfoques tradicionales que centran en la cantidad de tiempo invertido en hacer deporte. Este hallazgo podría cambiar la perspectiva sobre cómo se enfocan las rutinas de ejercicio y salud.
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