El incendio en el complejo residencial Wang Fuk Court de Hong Kong ha causado al menos 55 muertes y dejado heridas a decenas de personas, mientras cientos de vecinos han sido desplazados. A pesar de las intensas labores de rescate, más de 279 residentes permanecen desaparecidos, y 68 personas están hospitalizadas, 16 en estado crítico. La rápida propagación del fuego se debió en parte a andamios de bambú utilizados en una renovación del complejo. La policía ha detenido a tres personas por negligencia, señalando el uso de materiales no homologados que facilitaron la extensión de las llamas. Las labores de rescate y extinción continúan, con el incendio considerado el peor en 17 años en Hong Kong.
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