Aplicarse perfume en el cuello es un hábito común que ha generado debates sobre su seguridad. El dermatólogo Alex Docampo ha desmentido la preocupación extendida de que los perfumes puedan afectar la tiroides, asegurando que la piel humana no permite tal permeabilidad. Sin embargo, advierte sobre la fotosensibilidad de algunos ingredientes en los perfumes, que al contacto con los rayos UV pueden provocar irritaciones y manchas en la piel. Especialmente en verano, el cuello no es el mejor lugar para aplicar fragancias, ya que ciertas reacciones químicas pueden causar daño cutáneo, independientemente de si el perfume es natural o sintético. Es crucial leer etiquetas y entender los ingredientes para evitar efectos adversos cuando la piel está expuesta al sol.
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