En España, la ley reserva el 2% de las plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida (PMR), generalmente asociadas con discapacidades físicas, pero también accesibles para aquellos con limitaciones cognitivas o sensoriales. Ruth Vidriales, de Autismo España, subraya que la movilidad reducida incluye capacidades cognitivas, crucial para personas con autismo, quienes enfrentan desafíos en situaciones como la búsqueda de aparcamiento, que puede causarles desregulación y riesgos de seguridad. Vidriales critica la falta de comprensión de discapacidades invisibles y aboga por una especialización en la evaluación de estas condiciones para garantizar el acceso equitativo a recursos que mejoren la movilidad y seguridad de estas personas y sus familias.
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