Cuando un gato se pierde, es común preguntarse si puede regresar solo. Aunque no todos logran volver, algunos muestran una notable capacidad de orientación. Estudios indican que los gatos podrían usar campos geomagnéticos de la Tierra para orientarse, funcionando como una brújula natural. Un experimento en 1954 reveló que, en distancias de hasta 5 km, un 60% de los gatos encontraban la salida correcta hacia su hogar, pero la efectividad disminuyó a mayores distancias. Pese a que pueden recorrer grandes distancias para regresar, la mayoría se encuentra cerca de su punto de escape. La capacidad de regresar depende de factores como experiencia al aire libre y familiaridad con el entorno. Tras una mudanza, podrían intentar volver a su antiguo hogar. Mitos sobre dejar el arenero afuera o comunicarse con gatos callejeros carecen de base científica.
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