Hace un año, un incendio afectó gran parte de un centro comercial en Varsovia, atribuido inicialmente a un fraude de seguros, pero luego confirmado como un ataque ordenado por el Kremlin en el marco de una guerra híbrida contra Polonia. En respuesta, el ministro de Exteriores de Polonia, Radoslaw Sikorski, anunció el cierre del consulado ruso en Cracovia y convocó al embajador ruso. Además, prometió más represalias si Rusia continúa con ataques similares. Mientras tanto, ministros europeos discuten sanciones contra Rusia si no se acuerda un alto el fuego. El primer ministro polaco, Donald Tusk, aseguró que algunos responsables del ataque ya han sido detenidos. Rusia, por su parte, acusa a Polonia de dañar deliberadamente las relaciones, prometiendo una respuesta proporcional.
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